Depende de varios factores, unos de cómo era la relación de nuestros padres y otros del entorno que nos rodeó durante gran parte de nuestra vida.
Hay personas a las que les gusta tener el control de todo, desde pequeñas cosas como las suyas propias hasta las de su pareja: cómo se visten, qué amigos tienen, o peor aún, pueden inferir problemas familiares con su pareja. Son cosas que pueden ser cualquier cosa menos amor, aunque hay algunas excepciones, pero debes estar dispuesto a aceptar algunas sugerencias.
La otra cara de la moneda son las personas sumisas, que se contentan con recibir órdenes, y esto en muchas áreas de sus vidas no les lleva a ninguna parte. Pueden ser dependientes de su pareja y no solo emocionalmente, sino en otras áreas de sus vidas.
Si lo primero que viste fue un zapato:
Esto representa que puedes ser dominado por tu pareja en algunos aspectos de tu vida. A veces puede que te guste que tu pareja tome el control de la situación, ya que te sientes en una zona de confort.
Tiendes a ser muy emocional y pacífico. Qué combinación perfecta para una pareja dominante que busca estar siempre satisfecha.
Te gusta la perfección, y siempre tratas de serlo. Vives bajo el testamento de tu pareja. Y llevas una carga pesada (a veces). Por eso, te recomendamos que te relajes y le hagas saber a tu pareja cómo te sientes.
Si lo primero que vieras fuera un gato
Eres muy dinámico y algunos te consideran «dinamita». Te gusta que tus relaciones a tu alrededor sean controladas y no dejes que nadie te doblegue. Incluso a ti siempre te gusta tener la razón y puedes someter a muchos a tu voluntad.
Déjame decirte algo: es bueno que quieras tener tu vida en orden y vivir como mejor te parezca, pero no siempre tienes que ser el líder de todo, tienes que tener un grado de confianza en las personas y así usted puede relajarse un poco más.