El mundo está lleno de misterios, la mayoría de los cuales permanecen sin explicación.
Algunos de estos misterios están sucediendo justo frente a nosotros, y no hace falta mencionarlos, nos dejan conmocionados y sin palabras.
La historia de Mya es uno de esos misterios. Este bebé se despertó un día con la mejilla y el cuello hinchados.
Sus padres primero pensaron que era una glándula inflamada. La llevaron a un pediatra.
Mya fue enviada a casa con este diagnóstico. El médico dijo que probablemente era una infección menor y que el cuerpo podría vencerla por sí solo.