7 posiciones intmas peligrosas para las mujeres

algunas posturas o movimientos sexuales que pueden conllevar a una lesión o fractura que puede resultar muy dolorosa.

Postura de La Fusión (que también se conoce como «la vaquera» o «cowgirl») es una de las posturas más peligrosas para el hombre puesto que la mujer está colocada completamente encima del hombre marcando el ritmo de las penetraciones y todo el peso corporal de ella cae sobre el pene erecto así que, si la entrada es errónea o el pene está un poco blando, puede producirse una fractura.

El sometido
Otra de las posturas peligrosas para el hombre es la que se conoce como «El sometido» o «La vaquera de espaldas» ya que es la misma que la anterior pero con la particularidad de que la mujer se coloca de espaldas al hombre y, en esta posición, marca las entradas y salidas del pene con el movimiento de su cuerpo.

Postura
El perrito es una de las posturas más excitantes tanto para el hombre como para la mujer pero, también, puede resultar un tanto peligrosa sobre todo para él que expone su miembro a las penetraciones. Al entrar desde atrás, puede ser que la entrada no sea del todo la correcta y que, por tanto, pueda fracturarse o friccionar contra la piel de la vagina, algo también molesto.

El misionero pero de pie
La cuarta postura más peligrosa para hacer el amor es la típica de El misionero pero practicándola de pie. Es decir, el hombre será el que marque el ritmo y el que entrará desde abajo en la vagina de la mujer, algo que si se realiza en una cama no nos produce riesgo alguno pero que si se hace en posición vertical puede ser peligrosa.

Posturas encima de la mesa
Del mismo modo, tener sexo en zonas elevadas como puede ser sobre la mesa, en la repisa de la cocina, etcétera, puede ser peligroso para el hombre sobre todo si la altura de esta superficie no está a la altura de su pelvis. Esta desigualdad podrá producir que el hombre termine haciendo demasiada fuerza con las piernas al intentar colocarse de forma idónea para poder entrar en el cuerpo femenino y, por tanto, aumenta el riesgo de que la penetración se realice mal y